
Sócrates
fue un personaje de Atenas que defendió la enseñanza de las virtudes y su
vocación educativa fue la de difundir la verdad, comprometiéndose a instruir
con fervor la filosofía; era el único que no cobraba y a diferencia de los
Sofistas, lo que enseñaba lo hacía por amor al arte.
Para
conocer acerca de su vida y de su enseñanza de Sócrates, tenemos distintas
fuentes de información, pero las más viables y confiables son: los diálogos de
su discípulo Platón, las obras de Jenofonte y los testimonios de Aristóteles.
Estos nos ayudan a conocer su pensamiento filosófico y el núcleo de su doctrina
más a fondo y reconocer la importancia de sus aportaciones a la filosofía de
hoy día.
El
interés por los problemas del hombre, fue en lo único que concordaba con los
Sofistas; sin embargo, lo que enseñaban los Sofistas era la forma de lucirse
ante los espectadores con sus discursos. Para él lo más indispensable era la
virtud, el conocimiento pleno de la verdad y la manera de dar ejemplo de ella,
es decir, practicarla con verdadera devoción.
Lo
que el filósofo quería dar a entender fue que era necesario enseñar las
virtudes y transmitirlas de viva voz, pero lo más importante era que el
discípulo la tomara como suya, la interiorizara y la hiciera activa. Quería que
se conocieran así mismos, sus fortalezas y sus debilidades, conocer los límites
de su propia ignorancia y, así poder comprobar que, hasta los más letrados, no
sabían nada, aunque presumían de saber mucho.
Manejaba
muy bien la ironía al hacer que los individuos se confesaran como personas
ignorantes y poder llegar a conocer la verdadera sabiduría a través de su
método dialéctico, para luego refutarlas y volverlas contradictorias, e ir en
busca de nuevas verdades. Luego de llegar a una conclusión en concreto, usaban
la mayéutica, un dialogo pacifico, con el único propósito de aclarar dudas y
expresar aportaciones verdaderas.
La
Moral Socrática estaba a disponibilidad de todos. Su pensamiento estaba basado
en el conocimiento universal: conceptos y definiciones morales. Para conocer
una verdad era necesario adquirir un concepto claro, aclararlo a través del
diálogo y reconocer en que le será útil al ciudadano, evitando siempre caer en
las pasiones del mundo.
En
la educación de la actualidad necesitamos como Sócrates conocer el contorno
social de cada individuo y en la forma de interrelacionarse con las demás
personas. Instruirlos en las verdades que desean conocer y hacerlos que se
cuestionen en lo que se les enseña.
Hacer
de ellos buenos investigadores e indagadores de nuevos conocimientos, hasta
deducir verdades lógicas. Que sean ellos mismos quienes se interesen por su
aprendizaje, que se interroguen y planteen problemas y lo resuelvan de manera conjunta, alumno-docente, utilizando la mayéutica como método dialógico.
Excelente reflexión que nos adentra al mundo de la filosofía de Sócrates. Es importante conocer nuestro mundo pero debemos complementarlo con la visión de los clásicos para hacer una práctica educativa completa ¡Saludos!
ResponderEliminarTienes las mejores fuentes de información. Un abrazo colega 😇
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