Propiedades Textuales: Adecuación, Coherencia y Cohesión
El valor comunicativo de todo texto
se encuentra con dos clases de propiedades: superficiales y profundas. Las
primeras son las que se notan a simple vista; nos referimos a la ortografía y
el uso correcto de los signos de puntuación. Las segundas van más allá de lo
que capta la mirada y hacen al escrito diferente de todos los demás:
Adecuación: cada texto ha sido
escrito para ser utilizado en un momento y con un fin determinados.
Coherencia: las ideas de un escrito
están enlazadas de manera lógica y ordenadas mediante los nexos y los signos de
puntuación para permitir la comprensión.
Cohesión: cualquier texto
constituye una unidad con un principio, un desarrollo y una conclusión; pero al
mismo tiempo, cada una de sus partes, así como los párrafos, son independientes
entre sí.
Adecuación
Cualquier lengua presenta
variaciones: todos los miembros de la comunidad lingüística no hablan ni
escriben de la misma forma, tampoco utilizan la lengua del mismo modo en las
diferentes situaciones comunicativas. Primeramente, cada persona puede escoger
entre usar su variedad dialectal o el estándar. En segundo lugar, cada
situación requiere el uso de un registro particular que está determinado por el
tema del que hablamos o escribimos (general o específico), por el canal de
comunicación (oral o escrito), por el propósito perseguido (por ejemplo,
informar u convencer) y por la relación entre los interlocutores (formal o
informal).
Por ejemplo, si hablamos con un
amigo de temas generales, posiblemente le diremos que nos duele la garganta;
mientras que, si vamos al médico, nos diagnosticará una faringitis o
laringitis. No utilizaremos las mismas frases o palabras si escribimos una
carta a alguien o si le telefoneamos para decirle lo mismo. Si queremos
informar a alguien seremos objetivos e imparciales; sin embargo, si lo que
pretendemos es convencerle, seremos subjetivos y parciales. Estas elecciones
tienen también implicaciones importantes: puede que algunas personas
desconozcan qué es una faringitis o laringitis y los desconocidos podrían
molestarse y pensar que somos unos maleducados si utilizamos expresiones
vulgares.
La adecuación es la propiedad del
texto que determina la variedad (dialectal/estándar) y el registro (general
/específico, oral/escrito, objetivo/subjetivo y formal/informal) que hay que
usar. Los escritores competentes son adecuados y conocen los recursos
lingüísticos propios de cada situación. Saben cuándo hay que utilizar el
estándar y también dominan los diferentes registros de la lengua (por lo menos
los más usuales y los que tienen que usar más a menudo). Gregory y Carroll (1978)
han estudiado este tema a fondo.
Coherencia
Hay informaciones relevantes, que
son apropiadas para el texto, y otras irrelevantes, que son superfluas e
innecesarias. Cuando hablamos y escribimos debemos saber discriminar estos dos
tipos de informaciones. Por ejemplo, en un curriculum vitae elaborado para
solicitar un trabajo de traductor, hay que incluir informaciones sobre el
conocimiento de idiomas, sobre la experiencia laboral adquirida en este campo y
otros afines, las obras traducidas, etc., pero no hace falta mencionar otras
actividades laborales (camarero, vendedor de enciclopedias, ele.).
Cuando hablamos coloquialmente y no
se ordenan las informaciones de manera lógica y comprensible, se nos sugiere
que hay que estructurar de una manera determinada las informaciones relevantes.
Por ejemplo, en el caso del curriculum vitae se suelen dar primero los datos
personales (nombres, direcciones, edad, etc.), después los títulos y los
estudios (carreras, cursillos, etcétera), las experiencias laborales, las
publicaciones, etc., y no sería coherente saltarse este orden, mezclando
trabajos con estudios o publicaciones con títulos.
La coherencia es la propiedad del
texto que selecciona la información (relevante/irrelevante) y organiza la
estructura comunicativa de una manera determinada (introducción, apartados,
conclusiones, etc.).
Cohesión
Las diferentes frases que componen
un texto se conectan entre sí formando una densa red de relaciones. Los
mecanismos que se utilizan para conectarlas se denominan formas de cohesión y
pueden ser de distintos tipos: repeticiones o anáforas (la aparición recurrente
de un mismo elemento en el texto, a través de la sinonimia, la
pronominalización o la elipsis), relaciones semánticas entre palabras
(antonimia, hiponimia), enlaces o conectores (entonación y puntuación,
conjunciones) etc.
Así pues, la cohesión es la
propiedad del texto que conecta las diferentes frases entre sí mediante las
formas de cohesión. Estos mecanismos tienen la función de asegurar la
interpretación de cada frase en relación con las demás y, en definitiva,
asegurar la comprensión del significado global del texto. Sin formas de
cohesión, el texto sería una lista inconexa de frases y la comunicación tendría
grandes posibilidades de fracasar, puesto que el receptor debería conectar las
frases por sí solo, sin ninguna indicación del emisor y con un elevado margen
de error.
Fuente Consultada:
Academia COE (2015). Propiedades
Textuales: Adecuación, Coherencia y Cohesión. Abril 08, 2019. De Recursos
Académicos de Comunicación Oral y Escrita. Recuperado de: http://coe.academia.iteso.mx/2015/02/11/adecuacion-coherencia-y-cohesion/
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